Continuo leyendo a Coehlo y me hace recordar una de las leyes de la temodinámica. “Nada se pierde, todo se transforma”.
El hombre es el único ser de la naturaleza que tiene conciencia que va a morir, y esto hace que la raza humana haga que su futuro sea mejor que su presente. Aunque sabe que sus días están contados y todo acabara en el momento menos esperado, cada uno de nosotros hace de la vida una lucha. Lo que se llama vanidad, tener hijos, dejar obras, hacer que su nombre no sea olvidado, es una máxima expresión de dignidad humana, Ocurre que el ser humano, intenta siempre esconder de si mismo la gran certeza de la Muerte. No se da cuenta que es ella la que lo motiva a realizar las mejoras cosas de la vida. Tiene miedo de la oscuridad, terror a lo desconocido, y la única manera de vencer este miedo es olvidando que sus días están contados. No se da cuenta que con la conciencia de la muerte, sería capaz de ser mas osado, de ir mucho mas lejos en sus conquistas diarias, ya que no tiene nada que perder porque la muerte es inevitable.
No debemos de ser cobardes ni un solo día de nuestra vida, no dejemos para adelante lo que podemos vivir hoy, no huir de la luchas de la vida, nunca sentirnos ridículos de hacer cualquier cosa, no llevar con nosotros el mayor pecado -el arrepentimiento-.
El entusiasmo se manifiesta normalmente con todo su poder en los primeros años de nuestra vida. Tenemos aun un fuerte lazo con la divinidad y nos lanzamos con tantas ganas a nuestros juguetes, que la muñecas cobran vida y los soldados pueden marchar. Cuando Jesus dijo que el reyno era de los niños se referia a Agape en forma de entusiasmo.
La pesca es como el símbolo de la relacion del hombre con el mundo: sabemos lo que queremos vamos a conseguirlo si perseveramos, pero el tiempo necesario para alcanzar el objetivo depende de la ayuda de dios. Siempre es bueno hacer algo lento antes de tomar una decisión importante en la vida
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