3 de julio de 2010

La emoción más profunda y hermosa‏

La emoción más hermosa y profunda que podemos experimentar es la sensación de lo místico. Es el sembrador de toda verdadera ciencia. Aquél para quien la emoción es algo extraño, el que no sabe ya maravillarse ni sentirse transportado en reverencia , es como si estuviera muerto. Saber que existe realmente algo impenetrable para nosotros, y que se manifiesta como la más elevada sabiduría y la más radiante belleza que nuestras torpes facultades puede comprender solamente en la forma más primitiva, éste conocimiento, ésta emoción, es el centro de la verdadera religiosidad.

La experiencia religiosa cósmica es la fuente más sólida y más antigua para la investigación científica. Mi religión consiste en una humilde admiración del ilimitable y superior espíritu que se revela aún en los más mínimos detalles que podemos percibir con nuestra frágiles y débiles mentes. Esa convicción profundamente emocional de la existencia de un poder razonador superior, que se revela dentro del comprensible universo, esa es mi idea de Dios.

A. Einstein

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