12 de septiembre de 2010

“EL DESCUBRIMIENTO DEL ESPACIO INTERIOR”

Resumen del libro de Eckhart Tolle

¿Qué es el espacio interior?

La mente de las personas está llena de cosas, de un pensamiento tras otro,..... Y la vida exterior está llena de cosas que necesitan ser hechas. Parece como si la vida no tuviera suficiente espacio, todas las cosas se suceden una detrás de otra a una velocidad vertiginosa, un pensamiento tras otro, una tarea tras otra, una preocupación tras otra.

No paramos de percibir cosas a través de nuestros sentidos y cada percepción se convierte en un objeto. Y entonces surgen pensamientos que también se convierten en objetos en nuestra conciencia. Continuamente objetos surgen en nuestra conciencia, y esta es la única dinámica que conocen la mayoría de los seres humanos, incluso ellos mismos se conocen a través de una imagen personal en su conciencia que no es más que un objeto también. Tienen opiniones sobre sí mismos y se convierten en un objeto más. Esto es el ego, el convertirse en una imagen mental, un objeto más con el que identificarse.

La dimensión espiritual empieza en el reconocer que en “la conciencia llena de objetos” no está la espiritualidad. Puedes interesarte por innumerables filosofías que suenen interesantes, o doctrinas que suenen a religión pero si no hay espacio dentro de ti, entonces no habrás entrado en contacto con la dimensión espiritual, te habrás quedado en la dimensión de las palabras, de los objetos. Hablamos del espacio que hay por ejemplo entre dos pensamientos.

“La conciencia de los objetos tiene que ser equilibrada con la conciencia del espacio para que la cordura vuelva al planeta y para que la humanidad pueda cumplir con su propósito. El surgir de esta nueva conciencia del espacio es el próximo nivel en la evolución de la humanidad. La conciencia del espacio significa que aparte de ser conscientes de las cosas (percepciones, pensamientos, emociones), también podemos ser conscientes de una conciencia subyacente. Puedes ser consciente no sólo de las cosas sino también puedes ser consciente de que eres consciente”. (Eckhart Tolle).

En un principio cuando la mente oye esto de “ser consciente de ser consciente” no entiende lo que significa. Intelectualmente no se puede describir, hay que experimentarlo. Se puede hacer por ejemplo si miras algo... por ejemplo, miras una flor y en primera instancia eres consciente de esta imagen, lo que ves, tienes una percepción sensorial. Ahora la pregunta sería: ¿Puedes ser consciente también de la conciencia que está percibiendo el objeto, en este caso la flor? ¿Puedes observar la flor y a ti mismo a la vez?

Si puedes ser consciente de la flor y de ti mismo como la conciencia que la percibe, entonces estás añadiendo una nueva dimensión a tu vida. Estás siendo consciente de que eres consciente. Vives en dos mundos a la vez y eso significa que de manera subyacente en tu vida, hay una inconmensurable paz llena de vida. Ser consciente de que uno es consciente es una fuente enorme de paz.
Si no somos capaces de encontrar el espacio entre el pensar, y las percepciones que se dan una detrás de otra sin parar... Entonces nos perdemos en las cosas, y en el mundo.

Cuando somos capaces de ver desde fuera cuándo uno se enfada para no identificarse con ello, es ser consciente de la conciencia. Pero en este caso la conciencia es el fondo de la situación, no la situación en sí. Entonces el espacio interior del que hablamos aquí es el espacio que hay entre “sé que estoy enfadado y diciendo estas cosas” y el yo que observa eso….Si estás enfadado sabiéndolo... la Presencia está ahí de fondo. Eso significa estar presente de alguna manera, aunque esto es muy difícil de conseguir cuando uno siente rabia o ira, ya que estas son emociones muy fuertes que tienen mucho poder de generar inconsciencia.

Por ejemplo si sabes que la ira se ha apoderado de ti hasta cierto punto, entonces no estás totalmente poseído por la emoción porque parte de tu atención se ha dirigido hacia la comprensión de la situación. Si puedes observa la situación desde fuera, tienes el poder de hacer algo por cambiarla.
Observar no debería confundirse con juzgar. La presencia es clara como un espejo, no hay juicio. Es como un espejo que devuelve la imagen de lo que existe.

Hay dos dimensiones: la de la personalidad que actúa y la del observador que la observa. . Y el observador no juzga lo que está observando. Simplemente “es”. El observador está más allá del tiempo y observa cosas que se encuentran dentro del tiempo, cosas condicionadas por el pasado como por ejemplo la conducta y el pensamiento, así que de esa manera el observador puede traer a esta dimensión del tiempo, ese espacio que está más allá de él.

Hay  que tener en cuenta que a no ser que sea lo que nuestra alma necesite, no importa el mundo exterior para nuestra felicidad... la casa grande, los carros que tienes o el éxito que consigas en este mundo... Si tu alma no está bien, estas cosas no te harán feliz. Lo más importante es el espacio interior. En cualquiera que sea la situación nuestra prioridad siempre tiene que ser cuál es nuestro estado interno y después de eso pensar en la situación externa... Porque sólo cuando tu estado interno está alineado con la presencia, puedes enfrentarte de manera adecuada a la situación externa.

Todas las cosas son transitorias...
Cuando no reconoces lo transitorio de las cosas ¿qué haces? Te aferras a la situación internamente, te apegas a ellas. Y entonces cuando la situación pasa...Uno se aferra a ese buen momento porque tiene miedo a que las cosas cambien, el miedo es el motor del apego.

Cuando no quieres que la situación cambie o no quieres cambiar la situación demuestras que tienes miedo de lo que pueda venir, por lo tanto, con ese miedo rondando tu momento presente, no puedes ser feliz del todo.

Hay que dejar que las cosas sigan su curso. . Podemos aprender a aceptar el cambio y dejar que ocurra de manera natural. Esto forma parte del “esto también pasará” porque vivimos en un mundo en el que las cosas cambian continuamente, mueren. Los budistas lo llaman la “impermanencia”. Es una de las verdades más profundas de Buda.

El problema viene cuando esperas que todo siga igual para siempre, de ahí vienen muchos de los problemas de pareja. Parece que somos incapaces de dejar marchar situaciones o personas y eso nos trae sufrimiento.
¿Cómo saber cuando es el ego el que toma las decisiones?

Hay veces en las que uno parece saber lo que quiere pero duda sobre cómo afectará su decisión a los demás, duda sobre si es lo correcto. La cuestión es saber de dónde viene la respuesta a nuestro problema, si viene desde el ego o la conciencia. Yo diría que es fácil saberlo cuando escuchas bien tu estado interno. Hay una diferencia clara entre el ego y la conciencia por cómo te hace sentir la decisión. ¿Te sientes bien y en paz?.  Si tu decisión está en línea con un nivel más profundo en ti, si viene de la quietud, entonces te traerá paz y tranquilidad. Si la respuesta te deja nervioso y con miedo, sin una sensación de haber solucionado realmente el problema, entonces es porque viene del ego. cuando uno encuentra una respuesta que nace desde ese espacio interior de calma y quietud... no sólo tu decisión te aportará esa calma y esa quietud sino que también estarás tan seguro que no necesitarás preguntarle a las personas si lo estás haciendo bien o no. Cuando tu decisión está tomada con conciencia, algo te hace sentir totalmente seguro. Cuando piensas desde el ego, entonces la inseguridad te lleva a preguntarle a todo el mundo, pero cuando piensas en conciencia, la respuesta está clara, ese es el indicativo final. La certeza tranquila y serena.

Las 3 claves de la verdadera libertad y la vida iluminada son no resistirnos, no juzgar y no apegarnos a las cosas. “cuando aceptas la transitoriedad de todas las cosas” .. “la inevitabilidad del cambio... entonces disfrutas de los placeres del mundo mientras duran sin el miedo a perderlos o sin generar ansiedad acerca del futuro”.
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¿cómo podemos vivir en el ahora y aún así preocuparnos de resolver nuestras inversiones para el futuro encontrando la forma de pagar nuestras facturas? Esto es difícil en este mundo gobernado por el ego.
¿Cómo podemos integrar la espiritualidad en el día a día para poder vivir en conexión con nuestra esencia y no sufrir consecuencias negativas a nivel económico en el futuro?

Estar presente y ser uno con lo que haces no significa que tengas que descuidar tu día a día. Significa que tienes que estar presente cuando realizas las tareas de tu día a día para poder así ser lo más eficaz posible.
Se pueden pagar las facturas trabajando, para eso sólo se necesita tomar acción, uno no está obligado a añadir el nivel de la preocupación. Porque la preocupación la aporta uno tan sólo si quiere.

--Sólo los humanos se preocupan y piensan que es necesario preocuparse para sobrevivir.

No reaccionar frente a una situación para no luchar contra ella sino aceptarla y convertirse uno con ella. la acción no parte desde la resistencia a lo que ya “es” sino a la aceptación. Cuando uno tiene planes para hacer algo, es normal que a veces surjan obstáculos en el camino, el problema es que en el momento en que esto ocurre, entramos en modo “negatividad”, “resistencia” e intentamos luchar contra el obstáculo sin aceptar que la situación ha cambiado.

Las situaciones cambian continuamente, el mundo no se comporta exactamente como queremos. Siempre tenemos la opción de aceptar los cambios y responder a ellos de una forma positiva e integradora, en lugar de continuamente quejarnos y buscar culpables. Tanta energía se pierde de esta manera, energía que se podría utilizar para resolver el problema o afrontar el cambio.

En lugar de quejarnos podemos mirar la situación objetivamente, ver que algo ha cambiado, y desde la quietud y la aceptación actuar. No hay quejas, no hay resistencia, no hay lucha ni enemigos que nos hagan consumir nuestra energía tan necesaria, no hay necesidad de sabotearnos a nosotros mismos.

“Cuando en lugar de reaccionar a una situación, te fundes con ella, la solución surge desde la misma situación. No eres tú el que soluciona sino la Quietud o el espacio interior”.

Cuando digo que la solución nace por si sola de la situación, no quiere decir que  no se hace nada, la solución se encuentra gracias a la aceptación y después de eso uno hace lo que sea necesario hacer.

Hay personas que se sienten más vivas cuando viajan y visitan lugares que no le son familiares porque en esos momentos sus sentidos de percepción ocupan la mayor parte de la conciencia, dejando a un lado el pensar.

“En la medida de lo posible, en su vida cotidiana, recurra a la conciencia de su cuerpo interior para crear espacio. Mientras espera, mientras escucha a alguien, mientras se detiene a admirar el cielo, un árbol, una flor, a su pareja, o su hijo, sienta al mismo tiempo la vida que vibra en su interior. De esa manera, parte de su atención o conciencia permanecerá informe y otra parte estará disponible para el mundo externo de la forma. Cada vez que "habitamos" nuestro cuerpo de esa manera permanecemos presentes en el Ahora. Nos impide perdernos en el mar de los pensamientos, las emociones o las situaciones externas”. Cuando entiendes esto, el mundo se torna mágico, cualquier rutina se convierte en algo emocionante. (Eckhard Tolle)

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