6 de septiembre de 2012

Mensaje de superacion personal: Solo muere el que no siembra

Nunca; dejes de sembrar, aun en los momentos más difíciles, más trágicos de la vida, la siembra es la manera de trascender de perdurar, de existir, de salir de uno mismo y llegar hacia el otro.
Siembra,  sin  esperar  ver  la  cosecha,  saber  que  estas  sembrando,  te  dará  el  maravilloso  resultado  de  encontrar el sentido a  tu vida.

Trascender  significa  la  acción  de  «sobresalir»,  de  pasar de  «dentro»  a  «fuera»  de  un determinado  ámbito,  superando  un  límite,  superando  aquello  que  quizás  a  la  vista  de  todo puede  ser  como  una    utopía,  un  ideal.

Lo trascendente es aquello que se encuentra «por encima» de lo puramente inmanente.  Y  la  inmanencia  es,  precisamente,  la  propiedad  por  la  que  una  determinada  realidad  permanece  como  cerrada en sí misma, agotando en ella todo su ser y su actuar.

Es  la  inmanencia  ese estado de quietud,  de “cerrazón”,  de no querer  ver,  de decirnos “no puedo “ cuando  sabemos que es “no quiero”.

"El hecho antropológico fundamental es que el ser humano remite siempre más allá de si mismo, hacia algo que no es  él,  hacia  algo o hacia  alguien,  hacia  un sentido.  El  ser  humano se realiza  a  si mismo en la  medida  que se trasciende".

El sentido de la trascendencia es la capacidad de un ser humano para una forma de experiencia y conciencia, es  decir,  para  vivenciar es  decir,  interpretar,  sentir y  vivir,  su  vida  ‐o actos  de la misma‐ como parte de una totalidad más amplia, en el contexto cual ésta cobra un;significado de misión, y de la cual brota un sentido de responsabilidad, pero también de armonía, de paz y de entusiasmo.

La experiencia de la trascendencia implica en  primer  lugar  el  reconocimiento  de que nuestra vida plena se  inserta  en  procesos  más  amplios  en  espacio  y  tiempo  a  la  luz  de  los  cuales  adquiere  sentido  de  dirección,  goce y liberación.

El sentido de trascendencia confiere un significado a la vida, frente a la mera casualidad o el absurdo. Nos da con  ello  la  esperanza  de  que  podemos  esperar  un  mundo  mejor,  que  somos  parte  de  esos  cambios  que queremos, mas allá de la intencionalidad, debe aparecer el acto, el acto valioso que re‐signifique la existencia personal.

El  sentido  de  trascendencia  permite  experimentar  un  estado  de  conexión,  es  una  experiencia  de  ser,  de  pertenecer  y  de  cuidar.  Es  sensitividad  y  compasión,  gozo  y  esperanza.  Es  la  armonía  entre  la  vida  más interna y la vida exterior, o la vida del mundo o del universo. Es la creencia en la vida humana como parte del eterno torrente del tiempo, de que cada uno de nosotros vino de algún sitio, y está destinado a algún sitio.

Por ello, cuanto hay por sembrar, por hacer, por des‐cubrir…si has sembrado, si sigues sembrando, la vida se convierte en VIDA con mayúsculas y el sentido será aquello que nacerá en ti , y quedara vivo en los seres que amas…

Entonces… ¿podemos hablar de muerte?

Solo se muere, aquel que  no siembra…  

Mas información : http://freddyortizmagallanes.com/

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