“Cuando no llenas el mundo con palabras y etiquetas, un sentido de lo milagroso vuelve a tu vida, un sentido que se había perdido hace mucho
tiempo, en el momento en que la humanidad en lugar de utilizar la mente, fue poseída por ella“. (E.T)
tiempo, en el momento en que la humanidad en lugar de utilizar la mente, fue poseída por ella“. (E.T)
Normalmente, y esto es algo que todo el mundo puede validar con su propia
experiencia, sentimos el mundo material no de manera directa, sino a través de undiálogo interior, el hablarse a sí mismo, el cual es un proceso mental.
Vamos por la vida y nos vemos en situaciones, conocemos a personas, hacemos nuestro trabajo y la mayor parte del tiempo, hay una voz en nuestra cabeza acompañándonos en cada momento, una voz interna, un diálogo consigo mismo. Pero esta voz está condicionada por los procesos de la mente, procesos que continuamente están comentando, interpretando y etiquetando mentalmente cualquier cosa que percibamos en ese momento. Así que las personas siempre tienen este comentador en sucabeza. No se relacionan con el mundo directamente y de forma inmediata, sino que lo hacen a través del filtro de este diálogo con ellos mismos. Esto le quita fuerza a la sensación de estar vivo, al sentido con el que nos relacionamos con el mundo.
Cuando etiquetamos, ponemos a las personas dentro de cajones mentales y la dejamos de experimentar en su totalidad, en su esencia de vida. Nos
insensibilizamos a través de esta continua conceptualización mental. Nos insensibilizamos de la esencia de la vida de otros seres humanos. Porque en el momento en que ponemos una etiqueta en otro ser humano, ya nos hemos insensibilizado.
"Cuanto más rápido le pones una etiqueta mental a las cosas, la gente, las situaciones, etc, más superficial y muerta se vuelve la realidad y más insensible te vuelves hacia ella, hacia el milagro de la vida que tiene lugar dentro de ti y a tu alrededor“.
El ego esta formado de pensamientos compulsivos y condicionados por el pasado de los que no somos conscientes. A veces nos identificamos con ese discurrir de los pensamientos hasta un punto en el que no sabemos ni siquiera que estamos pensando. Toda esa energía se está consumiendo continuamente para producir lo que mayormente es un pensar inútil. Incluso los psicólogos que no están interesados en este tipo de cosas, han descubierto que, al estudiar la naturaleza del pensamiento humano, el 98 o 99 % de nuestros pensamientos son inútiles y repetitivos. No se necesitan en realidad. Así que... ¿A dónde va esa energía?: Esa energía se libera del pensamiento y se convierte en presencia, lo cual es una nueva dimensión que la mayoría de las personas desconocen a pesar de que todo el mundo ha tenido algún atisbo de ella. Algunas veces llega a la vida de la gente de manera accidental y de repente tienen un sentido profundo de paz interior de energía, y de perfección.
La palabra “YO“ representa el mayor error y la más profunda verdad, dependiendo de cómo sea usado”. Normalmente la gente dice “yo“ refiriéndose a lo que llamamos “yo y mi historia“. Lo cual es la historia personal con la que te identificas a ti mismo. Todo el mundo tiene una historia, por supuesto, porque todo el mundo tiene un pasado pero la mayoría de la gente está completamente identificada con la historia de sus éxitos, fracasos...Cosas que adquirieron… O bien se ven a si mismos como víctimas o como personas de éxito, etc.
Porque cuando te preguntan ¿quién eres?, eso es lo que vas a contar, tu historia. …Mis éxitos, fracasos, donde nací, lo que hice. Eso es lo que creemos que somos. En línea con todas las enseñanzas espirituales, es que en última instancia eso no es lo que tú eres en esencia. Eso es simplemente una colección de recuerdos y pensamientos. Un montón de pensamientos con los que te identificas y que crees ser. Así que eso se convierte casi en una entidad, un entidad creada por la mente, un sentido del “yo“. Como un fantasma que vive contigo y al que tú llamas “yo mismo“. Nos convertimos: “tú” y la visión que tienes de ti mismo.
Pero si no somos nuestros recuerdos, ni las cosas que me pasaron, ni mi historia, entonces ¿qué somos? Esa es la pregunta y de hecho “¿quién soy?“ es un mantra que se suele utilizar en meditación dentro del conjunto de las enseñanzas orientales. Así que te puedes sentar y preguntarte: “¿Quién soy?”, pero sin intentar contestar a esa pregunta, tan sólo dejando un
espacio de silencio detrás de ella. En ese silencio, en ese espacio deberías poder encontrar tu propia presencia. Esto no tiene nada que ver con tus procesos mentales sino con tu propio sentido de consciente presencia, tu ser, todo esto tiene que ver con tu presencia física pero no con la mente ni los procesos mentales. Esto es mantenerse en el momento presente, fuera del proceso mental, alejado de pensar en lo que tengo que hacer mañana. Y te saca del ego porque éste vive en tus procesos mentales, ellos le dan vida. Así que cuando accedes a la vida en tu cuerpo, encuentras un sentido de identidad que es más profundo que el pensamiento. Eres la vida que sientes. Eres esa presencia. Así que para lograr esta conexión hay que encontrar una dimensión que no tenga nada que ver con la historia de tu pasado, o tu percepción de ser un fracasado a los ojos del mundo o de tu mente, o cualquier otra cosa.
“Yo“ no es quien eres. Esto es un acto monstruoso de reduccionismo"..... "La infinita profundidad que eres se confunde con un sonido producido por las cuerdas vocales del pensamiento: el ”yo“ en tu mente, y cualquier
cosa con la que éste se haya identificado. Entonces... ¿a qué se refiere el “yo“, “a mi“, “mi” (adjetivo posesivo) y “mío“ (pronombre posesivo). Un niño identifica por primera vez el concepto de “mi juguete“. Ese es el comienzo del ego, cuando el niño se empieza a identificar con un objeto externo. En el momento en que intentas quitárselo compruebas que la identificación ya ha ocurrido. Probablemente el niño experimente mucho dolor en ese momento y diga llorando: “es mío, es mío“. Cuando el ego pierde este objeto con el que se identificaba se genera dolor.
Las personas son padres y madres... Y por supuesto que es importante llevar a cabo esas funciones que tenemos en este mundo como la de ser padre o madre..., y tu nacionalidad, raza o religión. Todo eso está bien.Pero cuando te identificas con esas cosas...pero si se convierten en todo lo que tienes,
entonces te pierdes en la realidad superficial que siempre vuelve a convertirse en fuente de dolor y de conflicto. Esto lo puedes ver por ejemplo cuando la gente discute y trata de defender sus opiniones a toda costa, poniéndose a la defensiva inmediatamente cuando alguien no les da la
razón. Incluso a veces se pondrán agresivos y empezarán a gritar. Esto ocurre debido a que las opiniones se pueden convertir en fuente de
identificación también... las convertimos en “mis“ opiniones. "Mías”. Y éstas se identifican con un pensamiento que guardo. Una posición mental. Y en el momento en que alguien me discute eso, entonces convierto a esa persona en un enemigo al creer que estoy siendo atacado. En realidad no estás siendo atacado, es tu imagen de ti mismo la que está siendo atacada, y tus opiniones son parte de eso. El ego cree que está siendo atacado.
“la mente egoica está completamente condicionada por el pasado, y este condicionamiento tiene dos elementos, el contenido y la estructura“.
El contenido es aquello con lo que te identificas y de lo que derivas tu identidad. Eso varía dependiendo de la cultura en la que vivas. Depende de tu educación, de tus circunstancias personales. Y el contenido es diferente para todo el mundo. Difiere de persona en persona, aunque hay ciertas similitudes en el mismo campo cultural, o cualquier comunidad donde se vive. Hay ciertas similitudes de cosas que son inherentes a la nacionalidad con la que la gente se identifica. Sin embargo cada persona tiene peculiaridades propias. Una persona puede que se identifique mucho con sus creencias religiosas hasta el punto de creer que el resto de las personas que no creen en lo que él son malas. Eso sería un ego muy rígido. O puede que otra persona senidentifique fuertemente con la empresa para la que trabaja, hasta llegar a creer que es todo lo que se cree ser. Por eso al perder esa fuente básica de identidad, una persona puede sufrir tanto que llegue hasta quitarse la vida.
La estructura del ego básicamente consiste en la identificación en sí. El ego busca algo con lo que identificarse, no importa en realidad lo que sea. Puede ser una idea muy positiva de sí mismo como por ejemplo “soy lo más increíble que haya vivido jamás“. Pero puede haber otra persona que se identifique con una imagen negativa de su ego como por ejemplo “soy la persona mas infeliz que haya vivido, “la vida me ha tratado tan injustamente, he sufrido tanto, mucho más que tú”, ... Muchos egos son así, o se creen lo mejor, o se creen lo peor pero en cualquiera de los dos casos, siempre se trata del mismo ego.
El ego es un sentido falso de uno mismo basado en conceptos mentales. Es nuestra identificación con la forma, O con cosas. Todos los humanos tenemos el Ego. Dejar el Ego atrás, sólo significa no sentirse identificado con los procesos mentales. Cuando los pensamientos ocurran, hay que entender que son sólo eso, pensamientos. No buscar mi identidad en esas opiniones que puedo generar sobre mi mismo. Cualquier concepto mental podría funcionar como base a mi identidad, incluso el concepto de que estoy libre de ego… yo no pienso de esa manera. El hecho de creerme el concepto mental de estar libre de ego sería una forma de ego también. Así que el ego es cualquier identificación con la forma. Porque lo que somos en realidad es la Conciencia que puede identificarse con la forma. Y cuanto más te das cuenta de que te habías identificado con las cosas, más espacio creas entre tú y esas cosas. Sí, porque la cuestión es, cuando eres consciente de que te identificas con algo, ¿quién es esa persona que está consciente? Esto es una dimensión de conciencia que viene de un nivel más profundo de ti mismo.
¿Pero cómo hacemos para vivir en el mundo de las cosas? Tenemos que tener
cosas, tenemos que tener una casa y transporte.. No hay nada malo en estas cosas....No hay nada malo con las cosas ni con los pensamientos.Ni con las opiniones. Pero en el momento en que te identificas con ellas... …Entonces necesitas defenderlas, se convierten en parte de tu seudo‐imagen.
El Ego tiende a comparar el tener con el Ser... y vive a través de esa comparación”. Jesús dijo: “Benditos sean los pobres en espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos”. Quiere decir no tener equipaje interior, no tener identificaciones. Tiene que ver con no llevar un bagaje interno pesado para que tu espíritu pueda ser leve y no tenga esa carga.
Si te dejas de identificar con una cosa, el ego encontrará rápidamente una
manera de identificarse con otra. Por ejemplo, creyéndose más espiritual que los demás. La gente utiliza su religión para decir “soy mejor“…mejor que tú…".."…porque soy religioso”. Al ego le gusta compararse con los demás... …A fin de encontrar una superioridad de alguna clase.nCada vez que te sientes superior o inferior a alguien, es el ego el que ha entrado en juego. Puedes observarte en muchas situaciones diferentes, al ego siempre le gusta compararse y posicionarse sobre todo cuando entras en un grupo de gente nueva. Se pregunta si es más guapo que los demás, si sabe más, si tiene más dinero... o menos. Siempre intenta buscar su lugar en el conjunto mediante las comparaciones, y tanto si son a nivel de superioridad o de inferioridad, estamos hablando del mismo ego.
Una de las principales estructuras del ego es que la que no está nunca satisfecha con nada. Así que por ejemplo, cuando consigues un objetivo que querías... Como tener una casa bonita. Entonces quieres cosas bonitas dentro... Después de poco tiempo no te sientes satisfecho con lo que has conseguido, eso es siempre una señal de que había un problema relacionado con el ego… Porque siempre hay más cosas que conseguir, mejores, más bonitas. Nada satisface al ego por mucho tiempo, y por lo tanto necesita continuar buscando más. Por supuesto que esto tiene que ver con la necesidad del ego de realizarse siempre en un momento futuro, dándole importancia indebida a ese momento en el que será feliz en el futuro. Siempre querrá conseguir algo a parte de lo que ya tienes, algo que podrá conseguir en el futuro.
¿Cómo conseguimos entonces parar ese proceso y sentirnos felices con lo que
somos y lo que tenemos?, antes que nada, es importante ver lo ilusorio que es buscar la satisfacción en el futuro, muchas veces las personas necesitan seguir viviendo de esa manera hasta que se dan cuenta de que no funciona.
Que no importa lo que consigas, no estarás satisfecho por mucho tiempo. ¿Qué se puede hacer al respecto? Darnos cuenta de que lo principal en nuestras vidas ha sido pasado por alto siempre, nuestro ego siempre ha pasado esto por alto. Estamos hablando del momento presente, ese momento que se puede convertir en el punto de salida de nuestro estado de
conciencia egoica porque cuando estás realmente presente, el ego no puede sobrevivir. Sólo hay conciencia presente. El ego vive a través de tu pasado y tu futuro. Se identifica con el pasado pero no es feliz con esa identidad. Mira al futuro para pensar en cómo le gustaría, cómo se podría realizar.
No hay vida a parte del ahora, eso es una cosa que la gente debería
comprender porque el ego está continuamente obviando el momento presente. Piensa que el pasado y el futuro son más importantes. Les da mucha más importancia... hasta el punto que aparta el momento presente a un lado, como si no existiera.
Si podemos re‐programarnos para aprender a estar presentes en el ahora... entonces podemos estar más vivos.
Tener la dimensión de conciencia e presente, no significa que el ego este toalmente controlado . La mejor manera de superar el ego es por medio de practicar tanto como sea posible la Presencia en cada momento, lo que significa vivir aquí y ahora más que en el futuro o en el pasado. El protagonista es el momento presente. Esto no quiere decir que no puedas
utilizar el pasado y el futuro de forma práctica, como para concertar una cita...
Estar en máxima alerta pendiente de todo lo que contenga o surja en el momento presente. Yo utilizo la idea de “hacerte amigo del momento presente“ porque el ego no puede sobrevivir a eso. El ego siempre es antagonista, utilizar el momento presente como un medio para llegar a algún momento futuro que le promete una felicidad mayor. Pero hay casos en los que el ego odia directamente el momento presente, se resiste a él. Así que si puedes ser capaz de convertir el ahora en tu punto principal de concentración, tu ego se disipará rápidamente porque no puede sobrevivir ahí.
El Ego se supera , sólo estando presente,la gente que está poseída por su ego vive como si el momento presente fuera su enemigo, se estresan, quieren estar en otro sitio. No importa lo que estén haciendo, quieren acabarlo para empezar a hacer otra cosa... No quieren estar donde están, querrían estar en otro sitio. No quieren estar con quien están en ese momento, preferirían estar con otra persona. Es una especie de lucha interna continua de negación del presente. eso se convierte en una disfunción.
Por ejemplo, Esperar significa que no quieres estar en ese momento. Querrías estar haciendo otra cosa, así que siempre que tengas que esperar, por
llamarlo así... ¿Por qué no practicar el ser en lugar de esperar?, Eso implica estar habitando completamente este momento, sintiendo tu cuerpo, la energía, sintiendo que estás vivo.
La paz viene cuando estás en línea con el momento presente, lo que significa
aceptar lo que ya ha llegado a “ser“ en ese momento, lo que ya “es“. Cuando no luchas internamente con el ahora, entonces encuentras esa paz.
“Aquí me encuentro ahora, lo acepto y entonces tomo acción“. Pero esta
acción no surge de la negatividad del no querer estar en esa situación que ya está ocurriendo. Siempre hay que ser amigos del presente, aceptar lo que ya ha sido manifestado en el ahora. Si lo haces así, tus acciones tendrán la calidad de la vida misma, lo contrario ocurre cuando operas desde la resistencia y la negatividad. Desde ahí tu acción no será tan efectiva ni inspirada.
Bibliografia: “Una Nueva Tierra” Echart Tolle
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