30 de septiembre de 2010

La Luz del Zen

Gran parte de nuestro sufrimiento mental y espiritual tiene su origen en lo que el budismo llama “ignorancia”. Ésta hace referencia al modo en que creemos que son los fenómenos (personas, cosas, lugares y circunstancias). Confundimos de manera cotidiana el modo de aparecer de esos fenómenos con el modo de ser verdadero. En esta confusión, o engaño, nuestra mente entra a un proceso de perturbación o vorágine que se expresa en las emociones afligidas y negativas. Dado que pensamos mal cómo son esos fenómenos, no es de extrañar que las emociones consecuentes sean también sufrientes: codicia, deseos ansiosos, estrés, miedo y pánico, entre otras.
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Publicado por conversando con las nubes para dejar a los peces en el agua el 9/30/2010 12:23:00 PM
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