“Recuerda que lo principal es reconocer que el cambio sólo puede ocurrir dentro de ti, no esperes que otras personas cambien… Y no condiciones tu cambio al hecho de otra persona de tu entorno lo haga. Tienes que ser responsable de tu propio estado de conciencia y dejar que otras personas, especialmente las personas que te rodean, sigan siendo ellas mismas. No puedes esperar que porque tú estés viviendo un cambio todo el mundo lo tenga que vivir también ahora. Los demás no van a cambiar porque tú lo quieras. Precisamente la forma más poderosa de provocar el cambio en los demás es mediante permanecer tranquilo aceptándoles tal como son. El aceptar a una persona completamente es pura psicoterapia. Y precisamente el cambio que está ocurriendo en nosotros implica querer salir del continuo juzgar a las personas y situaciones. Así que al no juzgar lo que otros decidan hacer nosotros aprendemos también. Todo el mundo tiene derecho a continuar con sus viejos patrones de conducta.”“Debes salir del patrón mental de la resistencia y la re‐acción, de lo contrario acabarás por darle más fuerza a la actitud de estas personas”.
“No confundas a la persona con su actitud. Porque no es la misma cosa, eso es una distinción vital porque si confundes una cosa con la otra, entonces perpetuarás la conducta. No lo hagas. Lo principal es la aceptación”.
“Somos seres humanos. ¿Qué significa eso? ....Dominar la vida no es cuestión de control sino de encontrar el equilibrio entre nuestra humanidad y nuestro Ser.
Nuestros personajes y las funciones que cumplimos como ser madre, padre, esposo, esposa, joven o viejo, al igual que todo lo que hacemos, pertenece a la dimensión humana. Son cosas que tienen su lugar y a las cuales debemos honrar, pero que no son suficientes para llevar una vida o una relación verdaderamente plena y significativa. Lo humano por sí solo nunca es suficiente, independientemente de cuánto nos esforcemos o de todo lo que logremos”.
“Por otro lado está el Ser. Esta dimensión se encuentra en la Presencia quieta y alerta de la Conciencia misma, la Conciencia que somos. Lo humano es la forma. El Ser no tiene forma. Lo humano y el Ser no están separados sino entrelazados”.
“Lo humano por sí solo nunca es suficiente, independientemente de cuánto nos esforcemos o de todo lo que logremos”. Y esa es la razón por la que la gente sufre tanto y por la que las personas luchan contra sí mismas en la vida. Y también es la razón por la que representan papeles, el ego provoca esta representación e identificación con los papeles porque no sabe que dentro de cada uno reside el Poder, la Vida… la Conciencia. Y si no reconoces esto, entonces sentirás que te falta algo y lo sustituirás con otra cosa.
¿Cuál es la manera de conectar con ese Poder ?: Mediante estar presentes. El momento presente es la puerta de escape. Si no comprendes que dentro de ti está la fuente de ese Poder que necesitas, entonces buscarás en el exterior a alguna persona o alguna situación que te lo dé. Es entonces cuando el ego representa papeles para manipular su entorno y a otras personas con el fin de conseguir lo que cree que necesita, sin darse cuenta de que ya lo tiene todo, sólo hay que estar consciente en el momento presente para experimentarlo. El ser uno con lo haces significa estar totalmente concentrado hasta el punto en el que la principal motivación no es lo que quieres conseguir, sino el hecho de disfrutar con lo que haces en el momento presente. Sabes lo que quieres en última instancia, pero eso no disminuye tu atención, al hacer esto consigues que fluya la energía y no se pierda en la disfunción mental de dar prioridad al fin por encima del medio. Querer terminar se convierte casi siempre en la prioridad… más que disfrutar de lo que estás haciendo. Esta actitud genera un continuo estrés.- Había un maestro Zen que estaba observando a alguien dentro de una competición de arco, y esta persona que competía lo intentaba con todas sus ganas pero no conseguía ganar. Una persona que acompañaba al maestro al observar la escena le preguntó: “¿Qué le pasa a ese hombre? ¿En qué se está equivocando?” A lo que el maestro respondió: “Su deseo por ganar le deja sin energía”.
Su deseo por ganar estaba en un futuro, él quería llegar a ese momento en el que creía que se iba a sentir completo más que el hecho de disfrutar de la competición en sí.
Eso es lo que hacen los atletas. Cuando un atleta se encuentra en su punto álgido de concentración, esto se llama “entrar en la zona”.
La pasión es mucho más grande cuando estás totalmente identificado con lo que haces ahora. No es una pasión que se vuelva estrés. Cuanto más te obsesiones con lo que quieres conseguir, más probabilidad hay de que esa pasión se convierta en estrés. Se trata de un estado de energía muy poderoso pero también acarrea mucha negatividad. Así que si quieres tener verdadero poder, tienes que ser uno con lo que haces aunque se trate de tareas sencillas en el día a día.
Este mundo nos dice que tenemos que tener éxito, lograr cosas, y todo eso se lleva nuestra energía, deberíamos estar concentrados en este momento, y dar este paso, y después el siguiente... así durante todo el camino.
Puede que incluso “ganes” si lo intentas con mucho ahínco o te estresas mucho… Esto puede pasar, pero no habrá valido la pena realmente, porque te habrás vaciado de energía en el camino. Con el paso del tiempo perderás el gozo por vivir. Si te pasas 5 años estresado y finalmente consigues lo que querías… ¿Mereció la pena..........¿Hay gozo en lo que estoy haciendo? ¿Hay una sensación de vida, una intensidad?
Esa es la cuestión. La gente a menudo cree que para que haya mucha energía en algo tiene que haber también estrés. No se pueden imaginar lo contrario porque sus vidas están condicionadas y siempre están buscando la próxima cosa que hacer. Pero hay un estado de energía mayor, otro tipo de energía. Un estado donde la energía se concentra y es más intensa. Donde no hay estrés.
Imagínate un lago muy grande. La superficie del lago cambia todo el tiempo dependiendo del tiempo que haga, el viento, etc. Algunas veces está tranquila y a veces está muy revuelta, es como las situaciones de tu vida. A veces hay tranquilidad y a veces hay situaciones más problemáticas pero deberíamos ser como las profundidades del lago. Allí todo permanece inmutable a los cambios de la superficie. Tu vida externa, tus pensamientos, etc… serían la superficie del lago y tu vida interna las profundidades. La profundidad del lago va más allá de tus pensamientos y emociones. Tu presencia es el fondo del lago.
Y es genial cuando empiezas a darte cuenta de que tu estado interior no depende del exterior, no está determinado por lo que pasa en la superficie. Eso es una liberación enorme, una liberación verdadera.
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El ego entra en juego cuando te sientes superior o inferior a otras personas, tiene mucho sentido que una persona arrogante que se cree superior a los demás en realidad tiene un complejo de inferioridad. Y Si es tímido, sueles tener miedo a atraer la atención, miedo a que la atención se convierta en alguna forma de desaprobación o crítica. Si alguien lo criticara o desaprobara, su imagen mental de quien es se vería dañada, esa imagen es el ego. Una persona tímida prefiere mantenerse al margen para que la idea que tiene de sí misma no se vea amenazada. Una persona tímida no dirá nada en una determinada situación por miedo a perder parte de su ego. En su interior, la persona tímida o la persona que sufre de un complejo de inferioridad, alberga un deseo no expresado de sentirse superior.
Y en el interior de la persona que actúa creyéndose superior a los demás, existe un miedo a sentirse inferior. Por lo que toda su personalidad intenta compensar ese miedo oculto a sentirse inferior.
¿Qué es la auto‐estima?
La auto‐estima del ego, siempre tiene el miedo a verse amenazada. Siempre intenta compensar ese miedo a que uno no sea lo suficientemente bueno… o de fracasar. Así que necesitas representar el papel de ser importante para compensar el miedo a fracasar. Eso es lo que el mundo llama tener un nivel alto de auto‐estima, es decir: un gran ego.
Pero esta no es la verdadera auto‐estima. La verdadera auto‐estima se encuentra en un lugar mucho más profundo. Se encuentra en la fuente de todo Poder y Vida. En ese lugar al que hacíamos referencia al hablar de las profundidades del lago, en ese lugar de pura Quietud del que nace todo lo demás. La potencialidad de todas las formas se encuentra en cada humano, sólo hay que encontrar la Quietud para acceder a ella.
“¿Puedes sentir tu Ser básico, el “yo soy” como telón de fondo en tu vida en cada momento?”.
Todo ser humano tiene que sufrir hasta cierto punto para aprender. No se puede evitar el sufrimiento al 100% en este planeta. Mediante el sufrimiento podemos aprender, si un humano no hubiera sufrido absolutamente nada, tampoco habría aprendido, sería una persona que se identificaría totalmente con la forma externa de las cosas, ya que el sufrimiento no le habría enseñado que hay ir a un nivel más profundo.
Hay formas de sufrimiento, por su puesto la mayoría de ellas generadas por el ego. Pero todas son necesarias mientras eres inconsciente.
Otra palabra para sufrimiento sería “retos” o “dificultades”.
No puedes ser un ser humano si no se te plantean dificultades. De no ser así se perdería todo el propósito de aprendizaje.
Los padres deben de comprender que los hijos, tarde o temprano, se tendrán que enfrentar a esto. Y normalmente ocurrirá en una edad muy temprana. Uno debe protegerles en la medida de lo posible pero hay ciertas cosas que son inevitables, cometerán sus propios errores, serán inconscientes, generarán su propio sufrimiento, o puede que este les venga desde el exterior. Esto va a ocurrir con toda seguridad.
... Esto no aplica sólo a los niños, también aplica a personas que estén cerca de ti y que estén atravesando sufrimiento. Uno debe hacer lo que pueda para ayudarlos pero lo más importante es que esto no te provoque ansiedad y sufrimiento a ti porque de esa manera no vas a poder ayudarles.
Si representas un papel o un rol en el trabajo, siempre tienes un motivo secundario por el que haces las cosas, no estás totalmente concentrado en tu tarea porque invitas el interés propio, el miedo, etc. Quieres protegerte, quieres que los demás te admiren, a lo mejor quieres que ciertas personas desaparezcan, o quieres manipular a otras para conseguir algo.
Muchas veces esto pasa cuando alguien es ascendido a supervisor. Ya sabes, hacían muy bien su trabajo y de repente les ascienden… tienen un poco de poder y...…ya no trabajan igual, ahora tienen poder sobre otras personas y se les sube a la cabeza.
Eso es exactamente el ego. En un puesto que no conlleva mucho poder, el ego está de forma latente, si a ese ego le das poder entonces se crece.
Algo parecido ocurre en los países del Tercer Mundo cuando hay una revolución que saca del poder a los que estaba gobernando mal, los nuevos que entran vuelven a cometer los mismos errores, aún cuando la revolución empezó con buenas intenciones. Se repite la misma disfunción que se quería corregir porque el ego de los que acceden al poder antes estaba de forma latente y ahora puede crecer a sus anchas.
En la vida nos encontramos con muchos momentos irritantes. Pero hay gente que se tiene que enfrentar de manera muy específica a uno en concreto.
Ya sea a una persona, a una situación de mala salud o en el trabajo, también a nivel económico… hay gente que tiene un problema predominante en su vida y es precisamente ese problema el que se podría considerar como el centro de la práctica espiritual. Hay cristianos que llamarían esto la cruz que les ha tocado llevar.
Sin embargo, como hemos aprendido, esa situación puede convertirse en trampolín que te ayude a desarrollar tu más maravilloso trabajo espiritual.
Porque es precisamente allí donde vas a poder practicar la aceptación, el ser el espacio donde la situación ocurre, esa situación que la mente etiqueta como mala, pero con la que no se puede discutir porque ya está siendo. El aceptar eso te lleva a la rendición final y al estado de Presencia.
El propósito de cada uno es estar totalmente presente en cada situación, independientemente de las dificultades que surjan. Incluso considerando las dificultades como algo sagrado que nos puede ayudar en nuestro trabajo espiritual. Y una vez que entiendas esto y lo practiques, dejarás de generar resistencia interna a la vida, al momento presente.
La infelicidad de fondo--
La “infelicidad de fondo” significa que hay algo de lo que derivas una felicidad ficticia y que tiene que ver con el pasado, con algo que te sucedió o con el futuro, con algo que crees que debe ocurrirte para que seas feliz.
“Normalmente creemos necesitar que algo ocurra en nuestras vidas antes de poder estar en paz finalmente, o nos arrepentimos o lamentamos de algo que ocurrió en el pasado, o nos quejamos de algo que está ocurriendo en el presente” ¿Cómo podemos hacer las paces con todo esto en nuestras vidas?
Todos estos pensamientos crean una infelicidad de fondo que no tiene realmente tanto contenido sino más bien estructura, es la mente egoica la que genera ese estado.
No importa en qué situación te veas, debes de ser capaz de reconocer la estructura del ego en ti mismo, en la forma de pensamientos que se repiten, puede que los pensamientos adopten diferentes formas pero la estructura que los sustenta es la misma.
El secreto de la felicidad se condensa en 5 palabras: “ser uno con la vida”. En eso se podría resumir el arte del vivir, el secreto del éxito y de la felicidad: el ser uno con la vida. Cuando vives así, te das cuenta de que no vives tu vida sino que la vida te vive a ti, la vida es el bailarín y tú eres la danza…..¿Por qué?. Porque no estás separado de la vida. Cada humano y cada cosa que existe es parte de esa danza. Lo que te da energía a tu ser, que le da energía a cada célula de tu cuerpo y que produce pensamientos en ti también… Lo que te da esa energía es una única Vida Universal, la única Vida.
Y en última instancia nadie está separado de esa fuente, es la mente egoica la que piensa en términos de “mi propia vida”, consiguiendo así separarte. Pero eso es sólo un pensamiento, cuando piensas que esta es mi vida, entonces piensas que puedes perderla. A través de la estructura del lenguaje logramos crear la ilusión de estar separados. Cualquier animal sabe esto y lo sabe porque actúa desde un nivel más primordial. El árbol sabe que es uno con la Vida, por eso no tiene miedo a la muerte y no se ve como un ente separado del resto del Universo.
No existe lo que uno podría llamar “mi vida”, porque la vida no es algo que uno posee sino algo que uno es. Tú eres vida, expresada de manera temporal en la forma de una persona, pero proveniente de una fuente en la que no existe el tiempo ni la forma. Así que no tienes una vida sino que eres vida.
No se puede hablar de “mi” vida o de “tu” vida porque “somos” vida, no puede ser de otra manera. … Lo que pasa es que normalmente confundimos nuestro cuerpo con nuestra vida.
Somos seres y humanos, y que estamos intentando vivir esas dos cosas a través del cuerpo. Se trata de encontrar un equilibrio entre lo humano y el ser para que puedas vivir una vida práctica en la que lleves a cabo tus funciones pero sin dejar que éstas se apoderen de ti.
Afianzándonos en el presente para que el mundo de las formas no nos atrape y nos haga olvidarnos de nuestra esencia, esa esencia que encontramos en la Quietud y en la Vida. Y una vez que estás afianzado ahí, una vez que esa es tu plataforma, entonces puedes funcionar en el mundo, pero siempre conectando con esa paz interior, esa paz de fondo.
Sin importar lo que esté pasando ahí fuera, sin dejar que los roles o los papeles que desempeñamos en el día se conviertan en nuestra única identidad.
Cuando cierto rol o papel ya no sea necesario, aprendemos a dejarlo marchar…
Cuando los hijos crecen, no hay necesidad de seguir siendo el mismo padre o la misma madre, ese rol ya ha cumplido su función.
Hay tanta gente que se identifica totalmente con un rol, por ejemplo cuando sus hijos crecen y se van de casa ya no saben quiénes son, puede suponer toda una crisis, o cuando la gente se jubila. Están tan identificados con su trabajo que se convierten en él. Las personal al perder la fuente de su identificación, pierden su sentido del ser, hasta se quitan la vida.
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