Fue un hombre que dejó una huella de un valor incalculable e inagotable a la humanidad. Fue una persona con una conciencia avanzada que se negó a repetir los patrones infrahumanos que se presentaban en su sociedad, tuvo una conciencia revolucionaria subversivo con lo establecido, que hizo despertar la conciencia de los demás. Su sola acción eleva el nivel moral de la humanidad.
Gandhi fue un hombre de paz, venció con las armas del sacrificio, la no-violencia y el amor, y consagró su vida a la resistencia activa y decidida al mal. Sus acciones y sus logros hablan por sí mismos, y son ellos los que reflejan su auténtica humanidad y su gigantesca dimensión espiritual.
Gandhi fue un creador. Él sintió en su interior, pensó en su mente y consiguió realizarlo en el exterior. Su objetivo fue despertar lo más íntimo y bueno del ser. Los seres humanos podemos llegar a ser en la vida lo que nos propongamos, pero hay algo que ya somos al nacer. Somos creadores y artistas. Podemos realizar aquello que nos dice nuestros mejores sueños, respecto de nosotros mismos y de la humanidad en conjunto. Ése es nuestro poder.
El mensaje de Gandhi es una síntesis de influencias y se eleva, en cierto modo al menos, como una posible salida a muchos de los problemas que el hombre de hoy tiene planteados, y sobre todo a aquellos que se derivan del uso de la violencia como método sistemático para imponer la ley del más fuerte, pero también como forma de defensa frente a las agresiones del poder.
No en vano el propio Gandhi, unas horas antes de su trágica muerte, pronunció estas palabras, que muy bien podrían ser consideradas como el resumen testamentario de su vida: "Si todos los que ahora me escucháis caminarais hacia la paz por el sendero de la no-violencia, me iría de este mundo muy satisfecho, aunque muriera abatido por la violencia de los fusiles."
Sitios recomendados:
Una vida con sentido
Sitios recomendados:
Una vida con sentido
No hay comentarios:
Publicar un comentario